lunes, 19 de septiembre de 2016

El Dedo de Yenefrito ( Panticosa. Pirineo Aragonés)






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Esta particular formación de roca, la podemos visitar en la zona del Valle de la Ripera, lugar cercano a la población de Panticosa. Algunos lo llaman ..." El Dedo de Dios" y su curiosa forma nos señala la proximidad de la Sierra de Tendeñera, enorme muralla de roca que junto con la Sierra Telera, son la puerta de de entrada en el Valle de Tena.



Para acceder a este lugar, el camino mas fácil y bonito sale de el aparcamiento de la estación de esquí de Panticosa. Detrás del edificio de taquillas y telecabina, iniciamos una tranquila senda que discurre paralela al río Bolática. Primero por su margen derecha, para cruzar al otro lado del cauce cuando llevamos recorridos unos 1600 m.



 La senda, con tendencia de subida, es cómoda de caminar y discurre por zonas de vegetación. Su próximidad al río,la hace bastante fresca con lo que se podrá  realizar aun en los meses de mas calor.Una vez en su otra margen orográfica, el  recorrido se hace  mas plano y poco a poco  vamos abandonando la orilla del río.




 El camino se convierte en una estrecha pista y nuevamente en las cercanías del río, lo volvemos a cruzar gracias a  un puente que encontramos a mano izquierda. Si siguiéramos el sendero de la derecha, este nos conduciría a lo largo de todo el valle de la Ripera , hasta el refugio que tiene su nombre.



Una vez atravesado el Puente de la Rata, tenemos que buscar la pista que recorre todo el valle y que sube de la carretera de Panticosa a los Baños. Para llegar a ella o bien seguimos la pista que traemos y  que cruza el puente,  que en unos 350 m se une a la principal, que discurre paralela al río Bolatica, o bien nada mas cruzar el puente , a mano derecha, se intuye un  sendero muy poco marcado,  que sube a su encuentro. Este lugar se puede reconocer ya que está justo al lado de un zócalo rocoso y podemos encontrar algún hito de piedra que lo señala.
Seguimos la pista y casi un kilómetro mas adelante a mano izquierda, nace una senda , marcada con un hito, que se adentra en el barranco de Laulot en busca del Cuello de Yenefrito. También tenemos la opción de continuar la pista unos 400 m mas y tomar un sendero mucho mas ancho y marcado que nos sale a nuestra izquierda.




La senda gana altura con comodidad, delante de nosotros ya tenemos el famoso dedo, que ya no es tan fiero como parecía serlo y observamos que ha perdido su curiosa forma, convirtiéndose en una roca que sobresale de la cresta.






En la cercanía de la base del Dedo, nos encontramos un cruce marcado con pintura roja y naranja que nos da la opción de seguir la ruta hacia el Cuello o desviarnos a la izquierda para contornear la aguja de roca y entrar al Dedo por su vertiente noroeste. Esta opción es mas rápida pero la pendiente es mucho mas acentuada.
La senda hacia el Cuello, sube cómodamente y se acerca al collado por mediación de un par de lazadas.



Una vez en el collado, tomamos el desdibujado sendero que se dirige hacia el norte en busca de la silueta recortada del Dedo. Este en este primer trozo de recorrido, el Dedo no es visible y solo lo tendremos a la vista una vez hayamos superado un trozo de cresta horizontal  que lo une con el collado.
Desde el collado tenemos una visión inmejorable del Pico de Catieras y debajo de su cima podemos adivinar la existencia del ibón que lleva su nombre... de Catieras





Para acceder a la  estrecha y pequeña cumbre de la aguja, tendremos que trepar unos metros y así alcanzar su punto culminante. No es difícil, pero la roca no es de buena calidad y nos exige prestar atención.




Desde su cúspide la vista es impresionante, delante de nosotros podemos ver, Tendeñera, el Pico de las Escuelas, toda la Sierra de Telera, el Pico de Catieras y el macizo de las Argualas, que son los puntos mas característicos que podremos identificar fácilmente en una vista al horizonte.
Al fondo, el la muralla de Tendeñera y justo entre los pico del Forato y el Mallo las Peñas, se aprecia el Forau des Diaples, un enorme agujero que "forada" toda la muralla rocosa y permite pasar de una vertiente a otra. Este lugar, lleno de misterio y enigmas, dio origen a numerosos historias de brujas, demonios y en tiempos lejanos se decía, que era un paso al inframundo. Hoy en día, sigue siendo un lugar poco frecuentado y de difícil acceso.
Tanto el dedo como las inmediaciones de la cresta son un excelente mirador del valle de la Ripera y alrededores de la población de Panticosa.












El retorno lo podremos hacer por el mismo recorrido de la ida, lo que nos permitirá, cambiar la visión sobre el valle y descubrir muchos rincones que la ida se nos habrán pasado por alto.


Ahhh...aviso para  los amantes de las rocas....durante casi todo el recorrido, podreis apreciar cantidad de rocas de diferentes formas y tamaños. El camino esta salpicado, de numerosas rocas de granito metamórfico con nerviaciones, que le han conferido  curiosas formas y dibujos....algunas de ellas incluso presentan caras.

Estas piedras esculpidas y que son producto de la erosión glaciar de antiguos ríos de hielo que cubrían estas montañas, son típicas del Valle de Tena y tienen su máximo exponente en esta zona de Panticosa.





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